El islote bañado por la arena orgánica y próximo a Fuerteventura ofrece un caudal de serenidad en su largo recorrido; playa paradisiaca y paisaje árido conviven con la historial oral del antiguo hogar de pescadores Desde el muelle de Corralejo, ni el Caribe más exótico puede soportar la envidia del próximo destino. Cerca de cinco kilómetros de longitud dotan de belleza y dan la bienvenida a los aventurados, como es lo propio en una tierra de leyenda virgen que recibe el nombre de Isla de Lobos. Los malos tiempos del Sur y su clima desfavorable erigen este islote a lo más alto, convirtiéndose hace ya muchas décadas en la madre de pobres que acogía a pescadores huidos de Fuerteventura. De paraje natural de ensueño, Lobos se sitúa como el rincón mágico más próximo a los majos, pero también como una leyenda viva de focas monje y hombres de mar. Los barcos Isla de Lobos, El Majorero o Celia Cruz ya preparan sus motores para trasladar a sus visitantes a esta reserva protegida. A un ritmo frenético, el ferry descubre cómo los más ansiosos marcan recorridos tan calculados como el de nuestro capitán, que ahora acelera. Lo que muchos desconocen es que Lobos es destino sin tiempo; caudal de serenidad y majestuoso paisaje, un laberinto que no pacta con planes ni relojes. De aire humilde y acogedor, el muelle de Lobos da la bienvenida a un pueblo pesquero desde sus inicios, y de retiro playero y reencuentro familiar en la actualidad. Hemos llegado. Campos de lava basáltica y arena orgánica bañan el islote del océano Atlántico, dotándolo de extrema y dolorosa belleza. Mientras el paisaje árido se mezcla entre el conocido por sus vecinos como Charco de La Calera, pero actual Playa de la Concha, esta zona de baño da
El islote bañado por la arena orgánica y próximo a Fuerteventura ofrece un caudal de serenidad en su largo recorrido; playa paradisiaca y paisaje árido conviven con la historial oral del antiguo hogar de pescadores Desde el muelle de Corralejo, ni el Caribe más exótico puede soportar la envidia del próximo destino. Cerca de